Ermita de San Isidro |
El parque periurbano “Antonio Cuéllar”, también conocida como Dehesa de San Isidro o de Tres Arroyos, se encuentra al suroeste de la ciudad de Badajoz, a unos 5 km de la misma por la carretera de Corte de Peleas.
Como comentaba el mes pasado en el programa de Canal Extremadura Radio "Verde que te quiero verde" Esta finca, de unas 240 ha, fue adquirida por el ayuntamiento en 1973. En el año 2000 se hicieron obras para crear una charca con función ecológica, declarada como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y además se añadieron barbacoas y merenderos para adecuarlo al uso recreativo que suele tener, ya que son muchos los pacenses que acuden a este lugar en los días de fiesta, cuando hace buen tiempo, o en la romería de San Isidro, el 15 de mayo, cuando se llena a rebosar. En el año 2014 se declaró Parque Periurbano, junto con la construcción de un aula de naturaleza para escolares y visitantes donde realizar educación ambiental. En 2015 se declara "Parque Periurbano" para incrementar la protección de este área.
Como comentaba el mes pasado en el programa de Canal Extremadura Radio "Verde que te quiero verde" Esta finca, de unas 240 ha, fue adquirida por el ayuntamiento en 1973. En el año 2000 se hicieron obras para crear una charca con función ecológica, declarada como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y además se añadieron barbacoas y merenderos para adecuarlo al uso recreativo que suele tener, ya que son muchos los pacenses que acuden a este lugar en los días de fiesta, cuando hace buen tiempo, o en la romería de San Isidro, el 15 de mayo, cuando se llena a rebosar. En el año 2014 se declaró Parque Periurbano, junto con la construcción de un aula de naturaleza para escolares y visitantes donde realizar educación ambiental. En 2015 se declara "Parque Periurbano" para incrementar la protección de este área.
El municipio de Badajoz tiene un clima mediterráneo continentalizado con influencia atlántica, debido a la cercanía de la costa portuguesa. Tanto la humedad como los vientos son reducidos, aunque es frecuente la aparición de nieblas. Los inviernos son suaves, con mínimas que rara vez bajan de los 0°C, y los veranos son calurosos y secos, con máximas que suelen estar en torno a los 45°C. Las precipitaciones son irregulares, con una media anual de 475 mm, con máximas en noviembre y diciembre, ya que en otoño el clima es más inestable que en el resto del año, produciéndose tormentas con cierta frecuencia.
La vegetación de la zona es la de un bosque adehesado mediterráneo, esclerófilo y perennifolio compuesto de encinas (Q. ilex rotundifolia) y acompañadas de vegetación arbustiva, que se compone de jara morisca (Cistus salvifolius), jaguarcillo blanco (Halimium umbellatum) y aromáticas como el cantueso (Lavandula stoechas) principalmente, apareciendo matas del mágico torvisco (Daphne gnidium) al pie de las encinas.
Como su nombre indica, el paraje está cruzado por tres arroyos: el arroyo de San Gabriel, el arroyo de la Caldera y el arroyo Pozo Pedrero, que se adecuaron hace diez años. En estas zonas, donde se conserva mayor humedad, encontramos algunos alcornoques, y mestos (híbridos de encina y alcornoque, arrancados en muchos casos por tener una mala producción tanto de bellota como de corcho), aunque son raros en esta zona. En los cauces se aprecia una gran abundancia de tamujo (Flueggea tinctorea), una especie riparia, endémica de la Península ibérica declarada como "de interés especial" en extremadura; juncias (Cyperus eragrostis) y juncos churreros (Scirpus holoschoenus), junto a algunos pies dispersos de chopos (Populus nigra) y álamos (Populus alba). En zonas más afectadas por la actividad humana, como las cunetas y parcelas abandonadas, podemos encontrar espárrago triguero (Asparagus aphyllus), tojo (Ulex eriocladus) o ahulaga (Genista hirsuta), así como una gramínea perenne muy abundante, Dactylis glomerata, que tapiza los lugares donde los matorrales han desaparecido.
Sin embargo, en las zonas cercanas a la contigua urbanización de Tres Arroyos pueden encontrarse especies foráneas, fruto de escapes de los jardines de la urbanización. Algunas especies invasoras han colonizado las cunetas y algunos lugares poco cuidados, como el espino de fuego (Pyracanta coccinea), la hierba de la pampa (Cortaderia selloana) o la chumbera (Opuntia maxima), todos utilizados profusamente en el ajardinamiento de las parcelas. Por otra parte, hay varios enclaves con una masa forestal importante de eucalipto azul (Eucaliptus globulus) que son aprovechados como materia prima, aunque la mayoría están siendo arrancados para sustituirlos por reforestaciones de vegetación autóctona.
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