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miércoles, 7 de febrero de 2018

Pajareo por ZEPA Azud del Guadiana. Ver aves de Badajoz.

Este finde ha sido muy intenso. Ha venido mi amigo Javier desde Córdoba para la inauguración de mi exposición en la sala de exposiciones de Ecosistema W, en el centro de Badajoz, y hemos pajareado un montón. 

Esta mañana hemos ido a la ZEPA Azud del Guadiana a ver si había algo interesante y ¡vaya si lo ha habido! 36 especies en total, en algo más de dos horas de paseo y prácticamente sin esfuerzo, sólo mirando. 

Calamón (Porphyrio porphyrio)
Nada más bajar al Guadiana, a la altura del puente nuevo, vimos a una nutria  (Lutra lutra) nadando muy contenta. Antes de levantar la cámara ya se había sumergido, pero estaba tan cerca que no nos hicieron falta ni los prismáticos. Poco después de acercarnos a las islitas, en el canal de la margen izquierda, saltó desde nuestros pies un precioso y azul calamón (Porphyrio porphyrio) que se posó en lo alto de los carrizos. 

Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides)

Más allá, entre los carrizos también, vimos salir una guapa garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) que nos sobrevoló protestando por nuestra presencia tan cerca del agua. Un mosquitero común (Phylloscopus collybita) revoloteaba entre las hierbas del borde del camino acompañándonos en el paseo por el parque de la margen izquierda. Un bisbita pratense (Anthus pratensis) correteaba por el césped buscando bichitos para comer. 

De repente, un movimiento entre los carrizos secos de la islita nos hizo darnos cuenta de que estábamos siendo vigilados por  un avetorillo (Ixobrychus minutus), probablemente hembra. Poco después una pareja que paseaba nos llamó para enseñarnos los encames de la nutria, que duerme en la orilla, y decían que acababan de verla. 

Avetorillo (Ixobrychus minutus)
Las lagunas calmadas que quedaban en el canal del Guadiana estaban a rebosar de ánades reales (Anas platyrhynchos), pollas de agua (Gallinula chloropus) e incluso una pareja de zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis). También  había algunos ánsares domésticos (Anser anser domesticus), cormoranes (Phalacrocorax carbo), garzas reales (Ardea cinerea) y una espátula (Platalea leucordia) que descansaba con la cabeza entre las plumas del dorso. 

Después del paseo por la margen izquierda, nos fuimos en coche al azud por el lado derecho.  Allí encontramos también algunas sorpresas. En el mismo azud, un andarríos chico (Actitis hypoleucos) se afanaba en rebuscar  algo de comer, junto a cormoranes y gaviotas. Una lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) revoloteaba junto a los mosquiteros a ras del agua y algunas lavanderas blancas (Motacilla alba), ánades reales y cigüeñuelas (Hymantopus hymantopus) se podían observar desde lo alto del azud.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)
Pero lo mejor estaba por llegar. Empezamos a caminar observando las limícolas en el agua somera junto a un rebaño de ovejas con su pastor y sus perros. De repente, Javier se paró y miró a través de los prismáticos. Teníamos dos agachadizas (Gallinago gallinago) en frente, y junto a ellas y las cigüeñuelas ¡un combatiente (Philomachus pugna)! 

De izquierda a derecha: cigüeñuela, agachadiza y combatiente
El combatiente, que a estas alturas aún tiene el plumaje de invierno, es una limícola de la familia Scolopacidae que pasa el invierno en África aunque en el sur de Europa hay algunos individuos (cerca de 2000 individuos) que se quedan el resto del año (sobre todo Doñana y alrededores, y también en el Delta del Ebro). Aquí se le suele ver cuando está en paso migratorio, es decir, que está de camino a sus áreas de cría en el norte de Europa (península escandinava y Rusia). Este combatiente en Badajoz es un poco tempranero porque se supone que el paso prenupcial es entre marzo y abril. Aquí pasa un tiempo recargando fuerzas para luego seguir su camino hacia el norte.

Combatiente y cigüeñuela en zonas someras del río Guadiana
Después de esta agradable sorpresa, terminamos el paseo con algunos moritos (Plegadis falcinellus), un chorlitejo grande (Charadius hiaticula) con plumaje de invierno, espátulas, fochas y ánades, además de un zorzal (Turdus philomelus), estrildas comunes (Estrilda astrild), petirrojos (Erithacus rubecula) y un bando mixto de aviones  (Delichon urbicum) y golondrinas (Hirundo rustica) recién llegados de África. 

martes, 28 de marzo de 2017

Censo de nutria en Badajoz - ciencia ciudadana


Hoy mi amigo Sergio y yo hemos salido a completar nuestras cuadrículas UTM que nos han asignado como voluntarios en el censo nacional de nutria.



Hemos estado en el Puente Viejo sobre el río Olivenza, una ribera bastante conservada, con los árboles y cierta vegetación de ribera.



Aunque el agua estaba un poco estancada, hemos encontrado algunas marcas de su presencia: una huella algo antigua en el barro bajo el puente, y restos de heces en un tronco en el medio del agua.



Así que por hoy damos positiva está cuadrícula.

sábado, 4 de febrero de 2017

Ver aves en en Azud del Guadiana.

Día de los Humedales - Grupo Local SEO Badajoz

Hoy hemos salido con el Grupo Local de SEO Badajoz, al cual pertenezco, a pajarear con motivo del Día de los Humedales que ha sido esta semana. 

Tres espátulas con la cabeza escondida en una de las isletas que ha dejado al descubierto el Guadiana
Los humedales son hábitats muy importantes para las aves, ya que constituyen un lugar clave durante las migraciones donde encontrar alimento, descanso y protección. Además, las aves acuáticas son algunas de las aves que están mostrando más tendencias negativas, es decir, que están desapareciendo, ya que están ligadas a la cantidad y calidad de estos hábitats. 

Morito (Plegadis falcinellus) aterrizando en el carrizal
Hoy para celebrarlo hemos invitado a todo el que quisiera acompañarnos a un paseo completamente accesible por la margen izquierda pajareando y compartiendo experiencias, disfrutando de nuestra ZEPA urbana en pleno casco urbano de Badajoz, la ZEPA Azud del Guadiana, un lugar estupendo para ello y de muy fácil acceso. Más de 25 personas aficionadas a las aves se han congregado esta mañana en la cabeza del puente viejo para esta actividad.


La lluvia nos ha perdonado y hasta ha salido el sol; el viento era frío pero no demasiado fuerte, por lo que hemos podido disfrutar de más de cuarenta especies diferentes en menos de tres horas. Además, nos visitó una de las nutrias que suelen verse en la zona de entrepuentes y como extra un meloncillo chapoteando por las orillas llenas de barro y carrizos. 


Al principio vimos al cisne blanco (Cygnus olor) que suele verse desde hace algunos años invernando aquí, aunque aún no se ha confirmado que se reproduzca. Los cisnes blancos son una especie ornamental, domesticado desde el siglo XIII en Europa que se suele ver en parques y jardines, por lo que se sospecha que ha sido un escape de algún lugar. En estado salvaje suele ocupar hábitats riparios, poco caudalosos con abundante vegetación en los márgenes.

Avetorillo acechando
Vimos tres avetorillos (Ixobrychus minutus), uno muy claramente mientras intentaba pescar a la orilla de una de las islas de carrizos junto a la margen. Además, avistamos media docena de martinetes (Nycticorax nycticorax) ocultos entre las ramas bajas de algunos de los eucaliptos que aún quedan en el centro del río. Un sinnúmero de pollas de agua o gallinetas (Gallinula chloropus) andaban recorriendo las zonas encharcadas de las orillas en busca de brotes y raíces para comer. Junto a ellas se veían a veces los enormes calamones (Porphirio porphirio) también rebuscando entre los brotes de los carrizos, un poco más comedidos que ellas, pero también con bastante poca vergüenza.

Dos espátulas entre los carrizos


Además, las garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides) se mostraron muy amistosas, dignándose a aparecer en los mejores momentos de sol, posando durante largo rato incluso junto a calamones y azulones (Anas platyrhinchos) y garzas reales (Ardea cinerea). Las espátulas (Platalea leucordia), al menos una docena, rebuscaban con sus picos filtradores en parejas o en pequeños grupos en las aguas someras. Encontramos una anillada, apuntamos el código y un compañero nuestro lo va a enviar al investigador que trabaja con ellas, quien nos ha contestado rápidamente que es una espátula alemana anillada como pollo en 2015

Además vimos al menos 5 moritos (Plegadis falcinellus) que forrajeaban junto a sus vecinos gansos domésticos, pollas de agua, garcetas comunes y calamones sin ningún recelo; desde hace pocos años están invernando en la ZEPA del Azud. Las primeras golondrinas comunes (Hirundo rustica) y aviones comunes (Delichon urbicum) nos han sorprendido a algunos, acompañados por el canto del celo de verdecillos (Serinus serinus) y petirrojos (Erithacus rubecula).

En definitiva, un día muy provechoso y muy interesante.

La lista completa de las aves observadas en esta salida por todos los participantes es la siguiente:

  1. Morito (Plegadis falcinellus)
  2. Martín pescador (Alcedo atthis)
  3. Cisne vulgar (Cygnus olor) ESPECIE EXÓTICA 
    Calamón y garcilla cangrejera
  4. Avetorillo (Ixobrychus minutus)
  5. Garceta común (Egretta garzetta)
  6. Garza real (Ardea cinerea)
  7. Espátula (Platalea leucordia)
  8. Gaviota sombría (Larus fuscus)
  9. Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
  10. Zampullín chico o común (Tachybaptus ruficollis)
  11. Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)
  12. Polla de agua (Gallinula chloropus)
  13. Ánade azulón (Anas  platyrhinchos)
  14. Cormorán (Phalacrocorax carbo)
  15. Calamón (Porphirio porphirio)
  16. Ganso doméstico (Anser anser) ESPECIE EXÓTICA 
  17. Pato mudo (Cairina moschata) ESPECIE EXÓTICA 
  18. Focha común (Fulica atra)
  19. Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)
  20. Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides)
  21. Garcilla bueyera (Bubulcus ibis)
  22. Martinete (Nycticorax nycticorax)
  23. Ruiseñor bastardo (Cettia ceti)
  24. Urraca (Pica pica)
  25. Gorrión común (Passer domesticus)
  26. Grajilla (Corvus monedula)
  27. Milano real (Milvus milvus)
  28. Halcón peregrino (Falco peregrinus)
  29. Herrerillo común (Cyaneus caeruleus)
  30. Pinzón común (Fringilla colelebs)
  31. Mosquitero común (Phylloscopus trochilus)
  32. Pico de coral (Estrilda astrild) - ESPECIE EXÓTICA INVASORA
  33. Bisbita común (Anthus pratensis)
  34. Cogujada comñun (Galerida cristata)
  35. Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala)
  36. Lavandera blanca (Motacilla alba)
  37. Lavandera cascadeña (Motacilla flava)
  38. Golondrina común (Hirundo rustica)
  39. Avión común (Delichon urbicum)
  40. Verdecillo (Serinus serinus)
  41. Verderón (Chloris chloris)
  42. Petirrojo (Erithacus rubecula)
  43. Mito (Aegithalos caudatus)
  44. Colirrojo tizón (Phoernicurus ochruros)
  45. Mirlo (Turdus merula)

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Ruta de Isabel la Católica en el Geoparque Villuercas

Muy tempranito aparco en Cañamero para encontrarme con Ana y María, quienes me acompañarán para guiar esta ruta interpretada de senderismo. 

La primera parada la hicimos en la Cueva Chiquita, uno de los numerosos aguardos que el hombre del Calcolítico tenía en la zona; nos desviamos hacia la piscina natural de la Nutria (Cañamero), para ver las pinturas rupestres que se conservan en este aguardo. 

Visitando las pinturas rupestres de la Cueva Chiquita,
junto a la piscina natural de Cañamero

Descanso en la Cruz de Andrade
Luego cruzamos el río Ruecas sobre la represa que se cierra en invierno para formar la piscina natural, subimos por el desfiladero del Ruecas, un importante geositio del Geoparque Villuercas, lleno de icnofósiles (en casi cada escalón de piedra se podían apreciar crucianas) y bordeamos el embalse del Cancho del Fresno bajo unos pinares que apenas se agitaban en el día caluroso. Después de un kilómetro o así, nos desviamos para subir hacia la Cruz de Andrade, junto a la cual tuve la suerte de encontrar restos de la presencia de nutrias, a pesar de estar ya a una considerable altura y distancia desde el embalse. Allí nos hicimos los selfies casi obligatorios mientras tomábamos aliento antes de la subidita que nos quedaba hasta el Melonar del Fraile

El calor apretaba; parecía mentira que el fin de semana anterior había hecho el primer frío de este otoño, pues ahora estábamos cerca de los 30  grados. La cuesta se iba empinando cada vez más y empezaron a aparecer árboles de nuevo; esta vez eran encinas y luego, a más altura, algunos robles. Me quedé atrás para acompañar a un par de chicas que estaban algo mareadas, pero llegaron sin problemas hasta el Melonar del Fraile, donde nos esperaba a la sombra el grueso del grupo. Algunos hicieron al broma de "Pues yo no veo ningún melonar" o "¿Aquí se plantaban los melones?" pero nadie se preguntó por el origen del fraile. 
Vistas desde el Melonar de los Frailes

En la comarca, a los canchales o pedrizas que se derrumban ladera abajo, fruto de probables minerías neolíticas en muchos casos, se los llama melonares sarcásticamente, de ahí el nombre de este alto desde el que se domina el desfiladero del río Ruecas. 

Descanso en el melonar
Tras el pequeño descanso, continuamos la subida hasta que alcanzamos el castañar donde está el Castaño del Abuelo, el punto más alto de la ruta a 980 msnm. Unamuno dijo cuando visitó la zona que Subimos a Mirabel, dependencia del monasterio, y bajamos de allí por medio de uno de los más espesos y frondosos bosques que en mi vida he gozado. Jamás vi castaños más gigantescos y más tupidos". Este castaño ya fue citado en el año 1353 como hito de demarcación de Guadalupe, por lo que se le calculan más de mil años. A pesar de que hace un par de años le prendieron fuego, el Castaño del Abuelo sigue vivo con sus 12 m de diámetro medidos a la altura del pecho. 

Rodeamos la valla cinegética que rodea este castañar y nos sentamos a los pies del venerable anciano para comer. Muchos aprovecharon para recoger un buen puñado de castañas que asarán como se hace tradicionalmente en otoño. La castaña es uno de los frutos secos más nutritivos, con un alto porcentaje de hidratos de carbono, y muy bajo en grasas, a diferencia de otros, por lo que es tradicionalmente muy utilizado en las regiones de montaña donde crecen desde que los romanos probablemente los trajeron. 

Después de la comida y el pequeño descanso, continuamos la marcha, ya casi todo bajada, por los bosques de castaños hacia Guadalupe. 

Descenso tras la comida hacia Guadalupe

Tras la última fase de esta ruta, en la que nos detuvimos brevemente en la ermita de Santa catalina, uno de los puntos más importantes en esta vía de peregrinación a Guadalupe, llegamos al pueblo cinco horas más tarde. Habíamos recorrido 15 kilómetros en ruta lineal, menos mal que el bus nos esperaba allí para llevarnos de vuelta. 

jueves, 23 de junio de 2016

Curso de Rastreo de Fauna. Gabinete de Historia Natural (Madrid)


Javi Vázquez, en la primera jornada teórica del curso de rastreo
He realizado en mayo un curso más sobre rastreo, con el estupendo rastreador y veterinario de fauna silvestre Javi Vázquez. El curso estaba organizado en el reciente Gabinete de Historia Natural, en el centro de Madrid.


Comenzamos la primera jornada con un repaso en profundidad de las diferentes huellas de mamíferos, aves, herpetos y invertebrados de la Península Ibérica, nos entregaron las fichas de rastreo que han editado en el grupo de Cybertracker y que, bajo mi punto de vista, son una de las mejores publicaciones que hay en España de este tipo.

Comparando la huella de conejo con las fichas



Al día siguiente, sábado, salimos al río Henares para buscar diferentes rastros. El calor de la jornada no nos amilanó, y disfrutamos de una gran cantidad de huellas, de las que aprendimos mucho. 


En pequeños charcos del camino encontramos unas cuantas huellas de milano (Milvus sp) acompañadas de huellas de córvidos, palomas y pajaritos pequeños. 

Más adelante, encontramos un rastro de tortuga cruzando el camino, pero a pesar de que buscamos durante un largo rato por los alrededores, no conseguimos encontrarla. 

También pudimos observar una huella de alcaraván, exactamente igual que la de las fichas. También llamado correcaminos, es un ave de llamativos ojos amarillos, típica de hábitats estepáricos. Sin embargo, gracias a las huellas podemos saber que en el entorno en el que nos encontramos pasea esta singular ave. 

Huella de ganga u ortega en un charco seco


Trampas de Vermileónidos
Bajo los parapetos preparados para ver las aves de las charcas encontramos numerosos vermileónidos, una pequeña larva de un díptero que tiene una estrategia similar a la de la archiconocida Hormiga-León: realiza conos con una pendiente en la que cualquier perturbación provoca un pequeño derrumbe, arrastrando hacia las mandíbulas del animal a cualquier presa que caiga en esta trampa. Estos conos en la arena suelen encontrarse bajo techo, en arena seca, resguardada de la intemperie, y pueden confundirse con las marcas que dejarían gotas en el suelo.  Pero si se examinan de cerca puede verse que los conos tienen todos una inclinación similar, no corresponden a ningún patrón de agrupamiento y la arena no está apelmazada en el centro como pasaría con un líquido. 

Posteriormente, encontramos bajo un pequeño arbusto las marcas que nos llevaron a una pequeña trampa de una hormiga león (myrmeleóntido), que es la larva de un tipo de neuróptero, similar a las libélulas pero que pliegan las alas al posarse. Tras un rato, conseguimos sacar a la larva para observar las grandes mandíbulas de esta larva, que utiliza para capturar las presas colocándose en el fondo del hoyo. 


Al llegar al bosquecillo de álamos y chopos que bordean el río, comenzamos a ver hozaduras de jabalíes (Sus scrofa), e incluso algunos rascaderos llenos de barro, en los que podían encontrarse cerdas y parásitos enganchados.

 

Según nos acercábamos al río, el suelo se iba humedeciendo y revelaba aún más rastros, sobre todo de aves acuáticas. 

Huella de gallineta o polla de agua (Gallinula chloropus)

Huella de garza real (Ardea cinerea)

Además enmpezamos a encontrar huellas de mamíferos, como ratones, y algunos mustélidos.

Aquí podemos observar las pequeñas huellas dejadas por un ratoncito. 
Huellas de nutria (Lutra lutra)
 Y en la misma zona, al fin encontramos nuestro objetivo: el paso de mapaches del río Henares. Porque, para el que no lo sepa, cada vez tenemos un problema mayor de invasión de mapaches (Procyon lotor) que vienen de mascotas escapadas o liberadas ilegalmente. Las especies invasoras son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, por detrás de la pérdida de hábitat. Los mapaches, al llegar a la madurez sexual, se vuelven muy agresivos, lo que suele terminar en el abandono del animal. No son animales domesticados, sino salvajes. Y ya sabemos que el mejor lugar de un animal salvaje es en su hábitat. 

En el centro de la imagen, huella de mapache (Procyon lotor)
en las márgenes del río Henares, muy similar a  una mano de un niño de 4 años

Sin embargo, en los últimos años el mapache se está expandiendo por Europa, y la península no es una excepción. Además de riesgos para la salud humana, este animal altera los ecosistemas en los que entra, pues trae parásitos y enfermedades, se adapta fácilmente a otras condiciones, se alimenta de cualquier cosa y tiene una gran facilidad para reproducirse.

Fuente: GEIB

Después de un día tan intenso, nos relajamos en un prado después de comer, viendo las rapaces que nos sobrevolaban, principalmente milanos. No podía haber un final mejor para esta jornada.

domingo, 1 de mayo de 2016

Proyecto: Causas de muerte del lince ibérico

La población de lince ha doblado su número desde su mínimo histórico, en el año 2002. Se habla de genial éxito del programa de recuperación del lince LIFE+ Iberlince, ya que cuando la especie llegue a 500 ejemplares, dejará de estar "en peligro crítico" (CR) según los criterios de la UICN.


Sin embargo, casi cada semana tenemos noticia de una o varias muertes de ejemplares de Lince ibérico (Lynx pardinus). Los expertos del programa LIFE+ Iberlince aseguran que el número de fallecimientos que se asumen en el programa de reintroducción es al menos del 50%. Sin embargo, estos eventos nos entristecen a todos. 




The Virtual Museum of Life ha comenzado un proyecto para recopilar toda la información posible de los fallecimientos de una de las especies más emblemáticas de nuestro país. Para ello se extraen datos de todas las noticias de muertes de linces (envenenamientos, atropellos, disparos, etc) o sucesos relacionados (rescate de cría, muerte natural, etc) relacionados con esta especie en la que se están poniendo tantos esfuerzos por salvarla

domingo, 6 de marzo de 2016

Salto del Gitano, Monfragüe


En una visita rápida a Monfragüe, tuve la suerte de que las nubes me dieron tregua y pude ver el salto del gitano soleado. Me acordé de mi gran amigo Pantaleón y su amor incondicional por Monfragüe, y de su afirmación de que el roquero solitario del Salto del Gitano era amigo suyo y siempre le esperaba en la misma roca. 

Buitre leonado (Gyps fulvus) en Monfragüe

Pero cuando rodeé el peñasco en parte huyendo de las ruidosas familias que espantaban a los buitres con sus regañinas, en parte en busca del amigo azul de Panta, lo que me encontré fue algo muy diferente. Entre las piedras vi escabullirse un poblado rabo marrón, así que me quedé muy quieta, enfoqué la cámara y me preparé para capturar a la preciosa garduña que segundos después se asomó. 





Fueron unos minutos deliciosos, observando a este pequeño mustélido de babero blanco (a diferencia de su prima la marta, que lo tiene de color vainilla) rebuscando a su aire entre las rocas, con su naricilla inquieta al aire. Cada vez que yo apretaba el disparador de la cámara levantaba una oreja, pero parecía realmente acostumbrada a ello.



Poco después las nubes se hicieron presentes, pero el parque tenía una luz increíble, casi irreal. Las hojas nuevas de los fresnos brillaban con el sol que se filtraba, y los roquedos parecían sacados de una película de fantasía.


Con esta imagen tan fascinante me despedí del parque hasta la semana que viene. ¡Voy a la FIO!