miércoles, 30 de noviembre de 2016

Rabilargos: más de 10000 años refugiados en el Península Ibérica

Ya está publicado mi nuevo artículo en la revista Pure Survival Magazine, como siempre, como redactora de la sección "Supervivencia vital", en la que hablo de cómo sobreviven los animales a pesar de los humanos. 

Este mes hablo sobre los rabilargos y los descubrimientos hechos a principios del siglo XXI que nos hicieron descubrir de dónde venía este ave que parecía escapada de algún parque decimonónico. 

 


 


 Como siempre, podéis leer el ejemplar entero aquí.





martes, 29 de noviembre de 2016

Ruta Castaños Milenarios y geositio de Chorrera de Calabazas


El primer día de helada en Castañar de Ibor salimos con un grupo de chicas de Navezuelas y una familia de Almendralejo para visitar el geositio de la Chorrera de Calabazas  y sus castaños milenarios

Esta pequeña ruta lineal apta para todas las edades, con unos 8 km de longitud (ida+vuelta) que empieza a la salida del pueblo Castañar de Ibor, junto al aparcamiento del hotel Solaire, donde encontraremos el cartel que señaliza su inicio.

El sol iba acariciándonos entre las hojas caducas y de los castaños que bordean el camino. Algunos madroños iban haciendo las delicias de los más pequeños, al igual que las castañas; los frutos recolectados por uno mismo siempre saben mejor...



Tras la pequeña subida entre castaños y huertos cubiertos de escarcha temprana, en la que encontramos larvas de tritón pigmeo (Triturus pigmaeus) en un charco del camino y llevamos una animada charla sobre el bosque y sus frutos, llegamos a una zona donde el castañar daba paso a un robledal de brinzales y pies de renuevo que daban otro color al aire. Los pequeños triscaban por las cárcavas de los arroyos y buscaban más tritones, setas y cualquier otra cosa que les llamara la atención, mientras los mayores observábamos las hozaduras de los jabalíes y las huellas de algunos de ellos que dejaban en la tierra negra. 


Foto de grupo en los Castaños de Calabazas
Al final del sendero que llaneaba entre los robles encontramos por fin el primero de los 17 grandes castaños, protegidos como Árboles Singulares, que iban a acompañarnos: se trata del Castaño del Postuero, de 700 años, que por estar alejado del arroyo de Calabazas, que da nombre al lugar, ha desarrollado unas largas y llamativas raíces por fuera del suelo para conseguir el preciado líquido. Nos llamó la atención además su gran diámetro y tratamos de abrazarlo (intentando no pisar sus raíces, por supuesto) para lo que necesitamos casi 10 personas. Las ramas se levantaban 17 metros por encima de nuestras cabezas y nos preguntamos qué cosas habría visto este castaño en todos sus años vividos.
Hace más de 700 años, cuando el castaño del Postuero brotó de una castaña y apenas sería un brote más en el suelo del bosque, Fernando III el Santo estaba conquistando Jaén, Sevilla o Córdoba, y por supuesto, Extremadura. En estas tierras recién conquistadas, los habitantes ya llevarían siglos aprovechando el castaño como un recurso heredado de tiempos romanos (probablemente), que fueron quienes trajeron esta especie a la Península. Imaginamos todos los hechos históricos, la cantidad de sucesos climatológicos que habría tenido que afrontar, las enfermedades y depredadores que habría sorteado, siempre sin moverse del mismo sitio en el que nació...


Las largas raíces del Postuero que casi alcanzan las aguas del arroyo Calabazas

Un poco abrumados por la edad del fantástico castaño, nos acercamos a otro de los singulares pies que íbamos a ver. Este es otro de ellos, el Castaño del Hueco, utilizado como resguardo antaño por cabreros, tomó esta forma al resbalar el canchal sobre el que está asentado, y el árbol se apoyó en el suelo para compensarlo y seguir creciendo hacia arriba. Estas pedreras son muy habituales en esta zona, y son llamadas calabazas o melonares en la región, de ahí el nombre del arroyo.




Falsa oronja, matamoscas (Amanita muscaria)
Más adelante el sendero se estrecha durante un kilómetro mientras transita junto al arroyo a través de una espesura de helechos ala de águila (Pteridium aquilinum). Las niñas iban buscando y fotografiando cada seta que encontrábamos, y nos detuvimos un ratito a contemplar esta preciosa "seta de los pitufos" como ellas dijeron (Amanita muscaria) que crecía bajo un pie de Loro (Prunus lusitanica), una de las joyas de vegetación del Geoparque Villuercas, ya que es una especie de la vegetación arctoterciaria (que estaba aquí antes de la glaciación) y encontró el los estrechos valles de la comarca un refugio contra los hielos perennes que duraron muchos miles de años. En el Geoparque tenemos una de las mejores poblaciones de loro de España, con unos 8000 ejemplares.

Más adelante, cuando ya podíamos escuchar la pequeña cascada de la chorrera de Calabazas, el paisaje que se abría ante nuestros ojos nos obligó a parar para disfrutar de las vistas del valle de Gualija y la sinclinal del Guadarranque, otro importante geositio del Geoparque.



Panorámica del valle del Gualija, las sierras de Valdelacasa y la sinclinal del Guadarranque


Descendimos con mucho cuidado por la pedrera que da acceso a la zona de la Chorrera de Calabazas, que no nos defraudó, a pesar de no llevar demasiada agua. Las niñas y el perro que nos acompañaba se acercaron para ver de cerca la pared mojada sobre la que crecen numerosos musgos con curiosidad; algunas hasta se mojaron los pies y las manos queriendo tocar el chorro de agua que caía desde lo alto de la cascada, unos 6 metros más arriba. El lugar estaba sombrío y húmedo; tras la sesión de fotos comenzamos a notar que el frío se nos metía en los huesos así que decidimos ascender hasta los bloques cuarcíticos en los que daba el sol para encaramarnos a ellos como lagartijas al hastial y comernos los bocadillos. Hablamos de los Castaños de Calabazas, de que están protegidos por la ley como Árboles Singulares debido a su porte y a su edad, y de algunas barbaridades que se han hecho este mismo año en otros árboles singulares extremeños a causa de una mala gestión de los conflictos con los dueños de la finca y el turismo.


¿Se nota que tenemos frío?

Finalizamos la jornada volviendo por el mismo camino que parecía otro, ya que ahora lo vestía la luz del atardecer, con algunos insectos que aprovechaban la tibieza del sol para calentarse y salir. Fuimos recogiendo todas las latas y paquetes de tabaco que encontramos por el camino, ya que a todos nos dolía encontrar toda esta basura y se nos removía algo por dentro. Me alegró comprobar que algunas de las niñas acabaron ayudándome a encontrar y recoger latas y bricks.

Y ya con el sol de la tarde dimos por finalizada esta estupenda excursión, con la sensación del tiempo bien empleado. 

domingo, 27 de noviembre de 2016

¡Hay un cocodrilo de bajo de la cama!


¡Regala pequeño comercio contra el consumismo y el cambio climático! 

Acaba de salir a la venta mi primer libro infantil sobre el poder de algunas cosas sencillas para ayudarnos a enfrentar nuestros miedos.

La presentación será el 29 de diciembre de 2016 en el Corte Inglés de Badajoz, con un cuentacuentos entre mi hermano Guillermo y yo, y se venderá en este centro comercial por tiempo limitado, desde ese día hasta el 5 de enero. 

Sin embargo, puedes conseguirlo ya en Editamás, la editorial local que me ha publicado

A partir de 5 años. Con ilustraciones a Color.
Extra: láminas para colorear. 
Recuerda que para combatir la pobreza, el cambio climático, las injusticias sociales, la contaminación, las desigualdades, el consumismo desenfrenado, la escasez de recursos, el despoblamiento rural, el paro juvenil... puedes hacer algo muy sencillo: regala comercio local, apoya a los pequeños comercios y a las empresas pequeñas. 

¡Por eso, estas navidades, regala comercio Glocal!

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Ruta de Isabel la Católica en el Geoparque Villuercas

Muy tempranito aparco en Cañamero para encontrarme con Ana y María, quienes me acompañarán para guiar esta ruta interpretada de senderismo. 

La primera parada la hicimos en la Cueva Chiquita, uno de los numerosos aguardos que el hombre del Calcolítico tenía en la zona; nos desviamos hacia la piscina natural de la Nutria (Cañamero), para ver las pinturas rupestres que se conservan en este aguardo. 

Visitando las pinturas rupestres de la Cueva Chiquita,
junto a la piscina natural de Cañamero

Descanso en la Cruz de Andrade
Luego cruzamos el río Ruecas sobre la represa que se cierra en invierno para formar la piscina natural, subimos por el desfiladero del Ruecas, un importante geositio del Geoparque Villuercas, lleno de icnofósiles (en casi cada escalón de piedra se podían apreciar crucianas) y bordeamos el embalse del Cancho del Fresno bajo unos pinares que apenas se agitaban en el día caluroso. Después de un kilómetro o así, nos desviamos para subir hacia la Cruz de Andrade, junto a la cual tuve la suerte de encontrar restos de la presencia de nutrias, a pesar de estar ya a una considerable altura y distancia desde el embalse. Allí nos hicimos los selfies casi obligatorios mientras tomábamos aliento antes de la subidita que nos quedaba hasta el Melonar del Fraile

El calor apretaba; parecía mentira que el fin de semana anterior había hecho el primer frío de este otoño, pues ahora estábamos cerca de los 30  grados. La cuesta se iba empinando cada vez más y empezaron a aparecer árboles de nuevo; esta vez eran encinas y luego, a más altura, algunos robles. Me quedé atrás para acompañar a un par de chicas que estaban algo mareadas, pero llegaron sin problemas hasta el Melonar del Fraile, donde nos esperaba a la sombra el grueso del grupo. Algunos hicieron al broma de "Pues yo no veo ningún melonar" o "¿Aquí se plantaban los melones?" pero nadie se preguntó por el origen del fraile. 
Vistas desde el Melonar de los Frailes

En la comarca, a los canchales o pedrizas que se derrumban ladera abajo, fruto de probables minerías neolíticas en muchos casos, se los llama melonares sarcásticamente, de ahí el nombre de este alto desde el que se domina el desfiladero del río Ruecas. 

Descanso en el melonar
Tras el pequeño descanso, continuamos la subida hasta que alcanzamos el castañar donde está el Castaño del Abuelo, el punto más alto de la ruta a 980 msnm. Unamuno dijo cuando visitó la zona que Subimos a Mirabel, dependencia del monasterio, y bajamos de allí por medio de uno de los más espesos y frondosos bosques que en mi vida he gozado. Jamás vi castaños más gigantescos y más tupidos". Este castaño ya fue citado en el año 1353 como hito de demarcación de Guadalupe, por lo que se le calculan más de mil años. A pesar de que hace un par de años le prendieron fuego, el Castaño del Abuelo sigue vivo con sus 12 m de diámetro medidos a la altura del pecho. 

Rodeamos la valla cinegética que rodea este castañar y nos sentamos a los pies del venerable anciano para comer. Muchos aprovecharon para recoger un buen puñado de castañas que asarán como se hace tradicionalmente en otoño. La castaña es uno de los frutos secos más nutritivos, con un alto porcentaje de hidratos de carbono, y muy bajo en grasas, a diferencia de otros, por lo que es tradicionalmente muy utilizado en las regiones de montaña donde crecen desde que los romanos probablemente los trajeron. 

Después de la comida y el pequeño descanso, continuamos la marcha, ya casi todo bajada, por los bosques de castaños hacia Guadalupe. 

Descenso tras la comida hacia Guadalupe

Tras la última fase de esta ruta, en la que nos detuvimos brevemente en la ermita de Santa catalina, uno de los puntos más importantes en esta vía de peregrinación a Guadalupe, llegamos al pueblo cinco horas más tarde. Habíamos recorrido 15 kilómetros en ruta lineal, menos mal que el bus nos esperaba allí para llevarnos de vuelta. 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Degustación de queso DOP Los Ibores

Este sábado, si te has quedado fuera de nuestra Ruta del Queso de los Ibores de Geosabor, dentro de las actividades de la Geodisea 2016, aún tienes la oportunidad de venir a la charla sobre los orígenes, la historia y la importancia que tiene esta Denominación de Origen Protegida para la comarca de Los Ibores. Además, aprenderás a catar estos quesos artesanos, famosos internacionalmente por su aroma peculiar y su sabor, con diferentes maridajes que pueden sorprenderte. 




martes, 1 de noviembre de 2016

Before the Flood en español - el documental de Leonardo DiCaprio

Ya en los primeros diez minutos me he tenido que secar las lágrimas dos veces, a pesar de que no me dice nada que yo no supiera ya. Me siento hasta identificada con el actor cuando al principio dice: "Si [...] supieran cómo me siento, lo negro que lo veo todo..."

Yo cada día lo veo todo más negro, y una desesperanza gris va anidando en mi interior. Un día leí que los "ecologistas" (en el sentido más amplio de la palabra, que incluye a todo aquél preocupado por el medio ambiente) son gente optimista; si no lo fueran y pensaran que ya nada tiene solución, ya lo habrían mandado todo a tomar viento y se dedicarían a vivir su vida de la manera más egoísta posible. Desgraciadamente, creo que cada día pierdo más la esperanza, y mi optimismo se va reduciendo poco a poco. Aun así, sigo intentando aportar mi granito de arena en la divulgación, en mi modo de vida, y en cada conversación que mantengo por intentar impulsar el cambio.

Os dejo que lo veáis y decidáis si estáis en el grupo de los optimistas, o de los que ya piensan que no hay nada más que perder, porque ya lo hemos perdido todo.