viernes, 17 de enero de 2014

Sábado en la playita de Funchal.


Hoy, como ha amanecido un día precioso, nos hemos bajado a la playa. Queríamos ir al Complejo Balnear de la Barreirinha, pero estaba cerrado porque el mar estaba muy picado por allí. El día anterior habíamos estado desde el mirador viendo como las olas se levantaban hasta cuatro metros cuando se estrellaban con las terrazas del solarium. 

Detrás de mi, el forte de São Tiago, la cúpula de la Iglesia del Socorro
y las casitas de Funchal que trepan por el monte.

Sin embargo, a unos metros estaba la Praia do Forte, a los pies del Forte de São Tiago, protegida por un malecón. Nos bañamos y estuvimos un buen rato disfrutando del sol.

Desde la playa se podían ver las impresionantes moles
de los cruceros que habían aparcado en el puerto esa mañana
No se ve bien, pero es el Rainbow, de Greenpeace. Estaba amarrado frente a la costa de Funchal,
y cuando lo vimos, Estefa y yo corrimos como grupis hacia el final del malecón para hacerle una foto.

Después de la playa nos fuimos a la zona velha de Funchal a comer. En la calle Santa María, famosa por sus originales puertas pintadas, encontramos un restaurante que pudo hacerme una comida apta. 

Espetada de solomillo de ternera con ensalada de lombarda, pepino, aguacate y piña.
La espetada es la marea típica de Madeira de preparar la carne y el pescado. El cocinero, que hablaba español, salió para preguntarme lo que me podía ofrecer y encontró todo esto para poner de acompañamiento. 

La espetada iba acompañada además de un bol de arroz, lonchas finas de calabaza, cebolla y champiñones a la plancha, un bol de frijoles negros y patatas asadas y pimpinela (que se comió Estefa además de su crep vegetariana)
Esto de tener un horario de trabajo está muy bien. Cuando sales, el trabajo se queda en la oficina, o en el campo, y tienes toda la tarde y el fin de semana para relajarte. Nunca había tenido un horario de trabajo que se pudiera respetar realmente. Cuando trabajaba en las academias, tenia que emplear el resto del día en buscar materiales, preparar ejercicios y exámenes o corregirlos, repasar contenidos.... y en Paraguay, trabajaba a tiempo completo y me quitaba de horas de sueño para que todo estuviera a punto. 

¡Esto es vida!